viernes, 31 de marzo de 2017

CUANDO DESPERTÉ...

Yo mismo:

Cuando desperté la habitación estaba inundada en oscuridad. La alarma estaba apagada y las persianas cerradas a cal y canto. No me dio tiempo a ver que hora era, ya que un ruido captó mi atención. Si hubiera sido más pequeño la primero que haría sería llamar a mi madre, si fuera más valiente...estaría investigando. Pero mi madre ya no vivía conmigo y mi cuerpo no respondía en absoluto.
Aquel ruido se escuchó más cerca, retumbando en mis oídos, como lo hacía mi corazón en mi pecho, como si quisiera salir corriendo. Lo había oído claramente, unas uñas arañando la puerta del armario con la única intención de molestarme y una risa que me resultaba conocida.

Tragué saliva como pude y me recosté para ver mejor... lo que tuviera que ver, mientras las palabras se atropellaban en mis labios, esfumándose al llegar a ser reales.
-¿Hay alguien ahí?

Me pareció estar en una película de terror y pensé en lo cliché que me parecían estas escenas, pero todos mis pensamientos se esfumaron al ver dos esferas blancas que flotaban en el fondo de la habitación, como si buscaran algo. Ojalá esto fuese solamente una película...
Parpadeé para ver si aquello era verdad y cuando lo hice, las esferas brillantes (que parecían canicas fluorescentes que se balanceaban de un lado a otro) estaban cada vez más cerca.

Hasta que lo ví...

Allí de pie. Un chico con el pelo rubio atestado de un mar de rizos revoltosos y los ojos azules. Pero no de un azul bonito, un azul desgastado como la pintura descascarillada de una pared. Un azul muerto.

Era yo. Era como verse en un espejo. Un reflejo que sin tocarte, te estaba ahogando.
Sentía una fuerza sobrenatural en mi cuello, mientras me revolvía intentando quitar aquella fuerza. Llegué a las uñas y por fin lo entendí. Mis uñas estaban rasgando mi cuello, como un perro cavando un hoyo en el jardín, notando la piel resquebrajarse.
Dejé de pelear y sentí que le último aire que entraba por mi cuerpo se deshacía en un suspiro, mientras lo veía salir por la puerta, tarareando una nana que me solía cantar mi madre, mientras presentía que iba a provocar estragos en mi vida.

Bueno, su vida ahora...


11 comentarios:

  1. Hola, soy Miriam de 1C,me ha gustado la originalidad que tienes a la hora de escribir, y como lo has redactado , me ha parecido interesante.

    ResponderEliminar
  2. Hola, soy yo, el magnífico Israel, y vengo a decirte que tu cuento es raro, pero intrigante, muy bien escrito e interesante. Enhorabuena, mastodonte.

    ResponderEliminar
  3. soy Javier de 1ºDB tu cuento es la hostia me ha gustado mucho

    ResponderEliminar
  4. Hola compi me ha encantado tu historia, un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Hola compi me ha encantado tu historia, un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Hola, soy Sara de 1ºDB. Me ha gustado tu cuento. Esta muy bien escrito y es muy intrigante e interesante.

    ResponderEliminar
  7. Hola malatito soy Paula, me parece muy interesante tu cuento, está bien redactado.

    ResponderEliminar
  8. Malaaaato me encanta el vocabulario que utilizas para describir dichos sucesos. Está genial. Att: Natalipa

    ResponderEliminar
  9. Hola, soy Carla, un cuento fantástico,con buena estructura y es muy interesante.

    ResponderEliminar
  10. Hola Claudia. Soy Isa de 1ºF. Te comento para decirte que tu cuento me ha parecido muy interesante. Y cómo has construido toda la trama es impresionante!

    ResponderEliminar